3 Óscar: actor secundario, montaje y mezla de sonido
«Whiplash», de Damien Chazelle, da qué pensar. Por ejemplo, en los niveles de la música. Los simples mortales no sabemos decir si J.K. Simmons se adelanta o se atrasa, nuestra apreciación se queda en «esta canción me gusta» (o no). Disfrutar las sutilezas que pueda proporcionar un virtuoso no está al alcance de cualquiera… En este sentido, se puede decir que «Whiplash» es musicalmente reveladora. Yo pensaba que el jazz tenÃa un gran componente de fluir y de improvisación. Viendo como los músicos trabajan minuciosamente sobre partituras bajo el tempo exacto del director de orquesta, se rompe un poco ese mito…
Otros puntos más obvios de la peli son la pedagogÃa de la presión, la autosuperación, los sacrificios de sangre que hay que tributar a veces.
A ratos es una pelÃcula dura, difÃcil de ver. En otros ratos, como pelÃcula de ficción resulta difÃcil de creer en sus extremismos. Cuando se puede, basta un «it’s OK Charlie». Pero los retos no paran de crecer y multiplicarse, y exigen sacrificios. De esto también saben (o sabÃan) mucho Steve Jobs y Jeff Bezos. Y a pequeña escala, cualquiera que anhele llegar a la élite. En este paÃs pro-futbol, ¿qué no habrán sufrido tantos aspirantes a llegar a jugar en primera división?
El artÃculo «The Drum Thing», de Ethan Iverson, es una muy interesante revisión histórica de la faceta musical de Whiplash. En el se mencionan las siguientes referencias de maestros de la baterÃa de Jazz:
Tony Williams and Elvin Jones
Gene Krupa
Louis Bellson
Ed Shaughnessy
«Beyond the Sea» de Bobby Darin (con Don Lamond en la baterÃa)
Chick Webb
Max Roach
Jo Jones