Una de las muchas ventajas de Inkscape es que el formato de fichero que utiliza es el estándar SVG, que a su vez se basa en XML. Al ser texto plano, se puede procesar fácilmente. Por ejemplo, se diseña un formulario con Inkscape en el que los campos (nombre, dirección…) se rellenan con identificadores únicos. Esos identificadores únicos se pueden sustituir luego con información de un fichero o una base de datos. El SVG resultante se puede imprimir y reutilizar con un nuevo registro.