Tras el cambio a procesadores Intel, Apple ha ensanchado sus horizontes con Boot Camp. Esta herramienta simplifica considerablemente la instalación nativa de Windows XP (Service Pack 2 o posterior) y Windows Vista en los ordenadores Mac.
La última versión incluye controladores para casi todos los dispositivos de los Mac. Por ejemplo, el iSight, el Airport y el Bluetooth de los últimos MacBook. Gracias a ello se puede disfrutar (o sufrir) plenamente de Windows en los ordenadores de Apple.
Boot Camp vendrá de serie en el próximo OS X (10.5 o Leopard)
También se puede emular Windows dentro del OS X con soluciones comerciales como VMWare o Parallels Desktop, o gratuitas como QEmu (aunque esta última opción no funciona tan bien como las otras)