«El ladrón es un hombre necesitado, el mentiroso es un hombre medroso (…) si golpean las puertas de vuestras casas, abridlas, y convidadlos a vuestra mesa, porque si los rechazáis seréis culpables por cualquier acto que cometieran»
«Jesús, el hijo del hombre». Khalil Gibran.